Aquí vemos los edificios F, de frente, y G a la derecha. En el F es donde están las clases de los first years, así como multitud de salas de trabajo, la oficina de Student's Affairs, etc. Esta última es la oficina más internacional que he visto en bastante tiempo; deben entenderse en esperanto, o algo así. Como su nombre indica, se dedican a los affairs de los students. Es decir, a resolver cualquier problema que tengamos, además de preparar el material de los cursos, etc. En el edificio G hay más aulas, así como la biblioteca, la cafetería, etc. El rincón donde se ve gente es el típico lugar de descanso/pitillo/café entre clase y clase.
Aquí un desayuno con el departamento de Career Services, en los Chapel's Gardens. La foto es peor que mala, pero uno se hace una idea del contexto sin más texto (o eso pretendía). Desde hace unas semanas CS viene organizando desayunos (a las 8:30, des-ayunos de verdad) para explicarnos cómo organiza la ayuda a las futuras salidas profesionales de los estudiantes; cada día una posible salida: o por sectores (Investment Banking, Consulting, Industry, etc) o por países (Latam, USA, London, etc.). La verdad es que nos hemos llevado una impresión buenísima del trabajo de esta gente (que consiste básicamente en ayudarnos a encontrar el nuestro), y además los desayunos a esa hora entraban solos...
Durante un descanso interclases: Antonio, Santi y Manuel (ya sé que sale más gente, pero no fue a propósito: los verdaderos extras de la foto son los cinco que he dicho), junto a las escaleras de bajada a la cafetería, con cara de vamos a dar una paliza al flipao de la cámara... Y es que, poco a poco, me van conociendo, claro: dime con quién andas, que al final te rompes. Pese a todo, creo que todavía no peligra mi integridad física.
Por si acaso le quedaba algún resto de compasión, aquí va otra de Manuel en plan ¿qué te parece mi choza?. Es cierto que yo también posé en la misma sesión haciendo alguna tontería... lástima que el que elige las fotos que suben soy yo, jejeje (reclamaciones a Student's Affairs, por favor, y nada de violencia, por favor).
Está muy bien pensado lo de la cobertura WiFi: te puedes conectar desde cualquier punto del campus, de lo cual resultan estampas incluso más freakies que ésta de Beatriz. ¡Anda que no mola consultar el mail sentado en el césped..., y con el súperMac, jajaja! Quien dice el mail, dice la Bolsa, claro (o el Marca, si no entiendes nada de la Bolsa).
No podía faltar una foto en clase. Primeras salidas a la palestra, y la verdad es que los que salieron lo hicieron de cine. Muy chiquitín, en el centro, se ve a Guillermo en clase de Communication Skills (espero que no me cobre los derechos de imagen), presentando al CEO de la compañía (el profesor) un ambicioso plan para levantar la empresa. Levantar la empresa, no sé, pero sí consiguió levantar aplausos. Ya se sabe, pan y circo...
Cambio de tercio. Antes de ayer tuvo lugar el último de los eventos organizados por el IESE, en plan excursión colectiva, para los alumnos de primero (por supuesto, después de todas las clases y todo, es decir, a las 20:00). Nos llevaron a ver las ruinas romanas de Barcelona. Ruinas, lo que se dice ruinas, no había muchas, pero el complejo estaba espectacularmente bien puesto. Aquí está una de las guías contando cosas, y yo acabo de cruzar la sala e interrumpir su explicación para salir en la foto y que me vean mis papis (por eso, al parecer, hay quien se ríe...¿?).
Lo mejor vino al final. Aperitivo según recetas romanas, y servidos por individuos vestidos a la usanza (a la usanza de los romanos, no de los aperitivos). Aquí tenemos a Antonio pillado mientras don Sextercio -o como se llame- nos cuenta cosas sobre los snacks de la época; y os preguntaréis: ¿cómo es posible que Gonzalo no se haya hecho una foto con ese sujeto? Es cierto, ni yo me lo explico... creo que por fin estoy madurando...
Una foto más general de la sala, y más pésima de calidad. En resumen, la receta romana era preparar cualquier cosa con toneladas de aceite y aceitunas, con lo cual todos los aperitivos sabían a zumo de aceituna (mi sobrina Belén hubiera sido feliz en esa época, jejeje). En cuanto a vinos también hemos cambiado bastante. Para catar teníamos hidromiel, vino de rosas, y otros vinos de nombre latino. Le pedí que me dejara probar el vino que supuestamente tomara, por ejemplo, Séneca, y lo probé... en fin, que me quedo con cualquier tinto barato. Fue gracioso, pues también nos enseñó una bebida que al parecer fue lo último que bebió Jesucristo, y una chica se lanzó a probarlo. Que yo supiera, lo último último fue el vinagre con hiel que le ofrecieron los soldados... voilà, acerté, jajajajaja: esta pobre creo que debió irse al baño corriendo... Eso pasa por no haberse leído el Evangelio, jejeje.
Para arreglar el tema de los aperitivos romanos, unos cuantos decidimos irnos a ver qué tal las tapas barcelonesas. Estuvimos en un sitio de tapas muy simpático y bien puesto, cercano a la Catedral, aunque reconozco que me desorienté un pelín; en la foto Beatriz, Carla, Pablo, Diego, Antonio, Sonsoles y yo. ¿Pero si hay ocho caras? dirá alguien. Sip. Entre Pablo y Diego (que es el único que tiene barba) hay un menda que sonríe, que no tengo ni idea de quien es: alguien que pasaba por detrás y que se acopló de mala manera... ¡menudo crack!
Bueno, tengo más fotos, pero tampoco se trata de agotar al personal. Creo que con esto os hacéis una pequeña idea. Le sumáis muchas muchas horas de clases y estudio, y ya está.
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