¡Segundos fuera!

Señores, se acabaron las bromas. Me imagino que se habrá notado mi ausencia durante toda la semana... pues sí, esto ha empezado de verdad, y van muy en serio. Bueno, aunque sea de forma breve, intentaremos ir poco a poco contando cosas.

Antes de nada, la noche del lunes estuve junto a la Plaça d'Espanya para ver de cerca el espectáculo piromusical. Fue espectacular, de verdad. Sólo eché en falta que no utilizaran ninguna canción de Björk (BTW, tampoco cayó ninguna de Shania Twain ni de otras musas... ¡qué se le va a hacer!). Casi cuarenta minutos de fuego, música, agua y color, que nos dejaron a más de uno tan sobrecogidos como la jovencita que tenía delante:
Algún efecto chulo... a ver qué os parece este "Saturno":
El reflejo de la pirotecnia en la torre de enfrente, que parecía devorada por el fuego:
Y, en fin, un detalle de la multitud que abarrotaba la plaza y los alrededores:
A partir de ahí la semana ha sido un no parar. Y así prometen ser el resto de las semanas hasta Navidad. Hemos tenido presentaciones de todas las clases y colores: el método del caso, qué es el IESE, el problema del management... y la verdad es que la mayoría de los ponentes dejaban el nivel no alto sino por las nubes. No hemos parado de reírnos, fliparlo y aprender.

Estos dos últimos días han estado dominados por el Career Workshop I, un evento patrocinado por Morgan Stanley y Boston Consulting Group. Dos días enteritos para que te entre ya un agobio total por encontrar trabajo (¡pero si esto no ha empezado casi!), y para que te des cuenta de la mi... de currículum que tienes, jajaja.

Y ya tenemos a la vista los casos, muchos casos, infinitos... vamos, que os escribo ahora porque no sé cuándo volveré a hacerlo, jajaja. Bueno, esperemos que no sea para tanto y que sólo esté exagerando. En fin, de aperitivo mañana sábado nos obsequian, a partir de las 11:00, con un Investment Bank Seminar que está diciendo comerme... Y tengo unas cuántas cosas más que contar, pero tendrá que ser más adelante (anda que no me cuesta...). Por ahora, adeu.

Las Festes de la Mercè

Hoy es un día grande, fiesta por todo lo alto: Solemnidad de la Mercè, patrona de Barcelona. Ni que decir que el tiempo acompaña, con el sol brillante y una ligera brisa pidiendo a gritos dejar de estudiar. Bueno, no sólo la brisa, sino las bocinas de la feria que nos han instalado en Josep Tarradellas, que suenan continuamente y que son un auténtico coñazo, jajaja. La verdad es que se se me ha quedado el soniquete bien grabado, y lo voy silbando continuamente. Con todos estos elementos en contra me he rendido bastante temprano, dedicando parte de la mañana a realizar un upgrade musical, que ya me hacía falta; a ordenar las cosas que me quedaban pendientes (una mesa entera de mi habitación tenía todavía encima casi una decena de fundas con trajes, americanas, abrigos...) y a escribir esta entradilla. Por supuesto que lo que más ilusión me hacía estos días era conocer la Mercè. Pero suponiendo que hoy estaría de bote en bote, adelanté mi visita a ayer tarde. Nos fuimos Ignasi y yo en su moto. La dejamos junto a la Estación de Francia, y desde ahí nos dimos un largo paseo: el Parc de la Ciutadella, el Passeig Maritim, Carrer de la Marina... hasta el Born.

El Born es un barrio de callejuelas simpáticas, estrechas y repletas de bares, excepto la plazoleta que le da nombre (bueno, no es una plaza sino una especie de pequeña avenida, un passeig), que es más amplia, rodeada de árboles y realmente muy agradable. Una vez allí fuimos a la Mercé; la iglesia es bonita, pero la talla lo es mucho más: realmente preciosa. Unas flechas nos dirigían hacía el Cambril -Camerín- de la Virgen, algunos metros más arriba (en la mitad superior del retablo). Justo antes de pasar junto a la figura de la Virgen, pudimos contemplar el relieve que representa a S. Josemaría encomendándose a su intercesión antes de partir hacia Roma. El relieve está empotrado en la pared, como en una gran vitrina, y al parecer ésta permanece habitualmente cerrada y no se puede ver su interior. Desde esa misma habitación, una puerta accede al Camerín de la Virgen. Como la talla ha sido restaurada recientemente, no permiten besarla, y sólo se pueden besar dos escapularios gigantes que penden del cuello de la Virgen. La verdad es que pasamos bastante rápido, porque detrás había gente esperando, pero fue suficiente para darse cuenta de por qué en Barcelona la quieren tanto.

A la salida nos dirigimos a Sta. María del Mar; volvimos a cruzar la Via Laietana, dejando atrás el solemne edificio de Correos, pesado como él solo, y llegamos a la iglesia. No he tenido tiempo de recopilar datos ciertos, pero de verdad que no hacen falta: es un gótico maravilloso. El pórtico es muy bonito, y el interior espectacular: la techumbre muy muy arriba, de tal manera que los pilares, muy finos, resultan bastante ligeros y atrevidos; las vidrieras preciosas, especialmente, como me hizo ver Ignasi, el rosetón. Nada, una maravilla.

La verdad es que empezaba a ser la hora... de tomarnos una cerveza, así que nos perdimos en una de los Diagon Alley del Born y nos metimos en un garito que me gustó. Decoración... difícil de explicar, algo así como de mansión antigua. Sobre la barra pendían candelabros con luces rojas titilantes, como velas, que daban casi toda la iluminación artificial del local. En fin, ligeramente estremecelegante.

Y de ayer poco más. Bueno, sí, por la noche me llamó Gautam, uno de los indios del master (indios de la India, no del Athlético). Estaba con Nitesh y alguno más en Sol, en pleno centro de Madrid (es verdad, me habían avisado que iban aprovechar que el lunes era fiesta para hacer un Spanish Tour este finde), y querían saber adónde ir de fiesta: creo que no habían dado con el hombre adecuado, jejeje. Entre eso, y que me pillaban en medio de una peli de un asesino en serie que avisaba de sus asesinatos por teléfono, no logré decirle nada con sentido. Por el follón que se escuchaba de fondo, estoy seguro que tampoco les supuso demasiado inconveniente.

Bueno, estas son las últimas noticias. Creo que voy a mi terracita a hacer un poco la fotosíntesis. Por cierto, tengo que subir fotos de mi casa... en fin, todo llegará.

Estampas de una semana en el IESE

Bueno, tal como he anunciado en diferentes foros, aquí estoy de nuevo para subir algunas instantáneas de estos primeros días (aunque suena pedante, realmente instantánea = foto + impresión personal, jejeje). Digo yo que habrá que empezar con una foto del edificio principal, también conocido como edificio A o Dean's Office. En ese edificio está mi despacho, mi cafetería, mi billar y mi auditorio privado (es broma, ¿eh?, a veces también se lo dejo al Decano del IESE). Los jardines son incluso más agradables de lo que pueden pareceros en la foto, y más estos últimos días en los que la temperatura ha sido una delicia, bueno, una delicia más bien húmeda, pero delicia. Lo increíble es que, pese al Tripartito, uno se puede sentar en la hierba y disfrutar de las sombras de los árboles: es im-presionante, no lo han prohibido todavía.
Aquí vemos los edificios F, de frente, y G a la derecha. En el F es donde están las clases de los first years, así como multitud de salas de trabajo, la oficina de Student's Affairs, etc. Esta última es la oficina más internacional que he visto en bastante tiempo; deben entenderse en esperanto, o algo así. Como su nombre indica, se dedican a los affairs de los students. Es decir, a resolver cualquier problema que tengamos, además de preparar el material de los cursos, etc. En el edificio G hay más aulas, así como la biblioteca, la cafetería, etc. El rincón donde se ve gente es el típico lugar de descanso/pitillo/café entre clase y clase.

Aquí un desayuno con el departamento de Career Services, en los Chapel's Gardens. La foto es peor que mala, pero uno se hace una idea del contexto sin más texto (o eso pretendía). Desde hace unas semanas CS viene organizando desayunos (a las 8:30, des-ayunos de verdad) para explicarnos cómo organiza la ayuda a las futuras salidas profesionales de los estudiantes; cada día una posible salida: o por sectores (Investment Banking, Consulting, Industry, etc) o por países (Latam, USA, London, etc.). La verdad es que nos hemos llevado una impresión buenísima del trabajo de esta gente (que consiste básicamente en ayudarnos a encontrar el nuestro), y además los desayunos a esa hora entraban solos...

Durante un descanso interclases: Antonio, Santi y Manuel (ya sé que sale más gente, pero no fue a propósito: los verdaderos extras de la foto son los cinco que he dicho), junto a las escaleras de bajada a la cafetería, con cara de vamos a dar una paliza al flipao de la cámara... Y es que, poco a poco, me van conociendo, claro: dime con quién andas, que al final te rompes. Pese a todo, creo que todavía no peligra mi integridad física.

Por si acaso le quedaba algún resto de compasión, aquí va otra de Manuel en plan ¿qué te parece mi choza?. Es cierto que yo también posé en la misma sesión haciendo alguna tontería... lástima que el que elige las fotos que suben soy yo, jejeje (reclamaciones a Student's Affairs, por favor, y nada de violencia, por favor).

Está muy bien pensado lo de la cobertura WiFi: te puedes conectar desde cualquier punto del campus, de lo cual resultan estampas incluso más freakies que ésta de Beatriz. ¡Anda que no mola consultar el mail sentado en el césped..., y con el súperMac, jajaja! Quien dice el mail, dice la Bolsa, claro (o el Marca, si no entiendes nada de la Bolsa).

No podía faltar una foto en clase. Primeras salidas a la palestra, y la verdad es que los que salieron lo hicieron de cine. Muy chiquitín, en el centro, se ve a Guillermo en clase de Communication Skills (espero que no me cobre los derechos de imagen), presentando al CEO de la compañía (el profesor) un ambicioso plan para levantar la empresa. Levantar la empresa, no sé, pero sí consiguió levantar aplausos. Ya se sabe, pan y circo...

Cambio de tercio. Antes de ayer tuvo lugar el último de los eventos organizados por el IESE, en plan excursión colectiva, para los alumnos de primero (por supuesto, después de todas las clases y todo, es decir, a las 20:00). Nos llevaron a ver las ruinas romanas de Barcelona. Ruinas, lo que se dice ruinas, no había muchas, pero el complejo estaba espectacularmente bien puesto. Aquí está una de las guías contando cosas, y yo acabo de cruzar la sala e interrumpir su explicación para salir en la foto y que me vean mis papis (por eso, al parecer, hay quien se ríe...¿?).

Lo mejor vino al final. Aperitivo según recetas romanas, y servidos por individuos vestidos a la usanza (a la usanza de los romanos, no de los aperitivos). Aquí tenemos a Antonio pillado mientras don Sextercio -o como se llame- nos cuenta cosas sobre los snacks de la época; y os preguntaréis: ¿cómo es posible que Gonzalo no se haya hecho una foto con ese sujeto? Es cierto, ni yo me lo explico... creo que por fin estoy madurando...

Una foto más general de la sala, y más pésima de calidad. En resumen, la receta romana era preparar cualquier cosa con toneladas de aceite y aceitunas, con lo cual todos los aperitivos sabían a zumo de aceituna (mi sobrina Belén hubiera sido feliz en esa época, jejeje). En cuanto a vinos también hemos cambiado bastante. Para catar teníamos hidromiel, vino de rosas, y otros vinos de nombre latino. Le pedí que me dejara probar el vino que supuestamente tomara, por ejemplo, Séneca, y lo probé... en fin, que me quedo con cualquier tinto barato. Fue gracioso, pues también nos enseñó una bebida que al parecer fue lo último que bebió Jesucristo, y una chica se lanzó a probarlo. Que yo supiera, lo último último fue el vinagre con hiel que le ofrecieron los soldados... voilà, acerté, jajajajaja: esta pobre creo que debió irse al baño corriendo... Eso pasa por no haberse leído el Evangelio, jejeje.

Para arreglar el tema de los aperitivos romanos, unos cuantos decidimos irnos a ver qué tal las tapas barcelonesas. Estuvimos en un sitio de tapas muy simpático y bien puesto, cercano a la Catedral, aunque reconozco que me desorienté un pelín; en la foto Beatriz, Carla, Pablo, Diego, Antonio, Sonsoles y yo. ¿Pero si hay ocho caras? dirá alguien. Sip. Entre Pablo y Diego (que es el único que tiene barba) hay un menda que sonríe, que no tengo ni idea de quien es: alguien que pasaba por detrás y que se acopló de mala manera... ¡menudo crack!


Bueno, tengo más fotos, pero tampoco se trata de agotar al personal. Creo que con esto os hacéis una pequeña idea. Le sumáis muchas muchas horas de clases y estudio, y ya está.

Peck -> picotazo

Bueno, la verdad es que este debe ser un post breve, porque ya tengo mucho que estudiar. Es más, lo escribo desde la biblioteca, dispuesto a pasar unas cuantas horas estudiando Financial Accounting. Y es que si la contabilidad de por sí tiene su aquél (y si no que le pregunten a Elisa), en inglés es todavía más emocionante.

Pese a todo, debo hacer notar a mis incondicionales que hoy ha tenido lugar el estreno de mi casillero... de picotazos. Dicho de otro modo, esta tarde después del lunch, en clase de Communication Skills, he asentido un par de veces inconscientemente al profesor. In-cons-cien-te-men-te, es decir, frito, sopa, sobao o como se quiera llamar. Definitivamente no fue buena idea quedarme ayer un rato más estudiando por la noche. De todos modos, podía haber sido peor, teniendo en cuenta que sólo han sido dos picotazos y que la clase estaba casi a oscuras para ver bien la presentación. En el descanso un buen café y una conversación entretenida lo arreglaron todo. Eso sí... es un serio aviso, jejeje.

Estoy sacando algunas fotos en el IESE, y las iré subiendo para que veáis las clases, los classmates y todo eso. Y por ahora nada más: me autolimito, ya que podría contar miles de cosas, pero no será ahora.

PD: por supuesto, estoy a la caza y captura de inversores en China...

My first pics in Barcelona

This morning I went on a little trip with a friend, Xavi, who took me to Tibidabo and Parc Güell. The first one, because he wanted to show me a great view of Barcelona, and the second because I really wanted to visit it. Both were fantastic, but Parc Güell impressed me so much. I'm dying to come back without crowds (today, sunday mornig, you can imagine...), spending a whole and quiet evening there. There were musicians everywhere: a jazz group played under a footbridge with columns like palm trunks; one guy played with a classic guitar Asturias (a very nice piece of Isaac Albéniz, which I also play almost completely... but he did it much better); other with a lute... An the place is wonderful. Xavi explained to me the Gaudí's project for the park, and I actually like his idea so much. Indeed, I will come back very soon...

Here, at the top of Tibidabo:

As a telecommunication engineer, with the Foster's tower behind me:

At the Parc Guëll's entrance:

A veces las segundas partes sí que sí

Bueno, la verdad es que lo habíamos dejado bastante negro, ¿no? Voy a aprovechar que el Bilbao-Zaragoza me interesa nada para terminar lo que habíamos empezado (como dice el Maestro Yoda, hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes). Pues bien, os recuerdo que ahí estaba yo, con mi coche de alquiler echando humo como una locomotora en plena B-23, y con diferentes individuos descendiendo de sus vehículos supuestamente averiados, y ellos supuestamente muy cabreados.

Lo de dejar paso al Gonzalo de 12 años tiene una cosa positiva en estos casos, y es que desaparece el riesgo de un ataque de autoestima chulesca o de reivindicación prepotente (algo así como "pero gil..., ¿cómo se te ocurre frenar de esa manera?"). En este caso esa reacción hubiera sido peor que mala, fatal: 5 a 1, hoy estaría en el cementerio de Barcelona, condecorado con la Gran Cruz de la Subnormalidad Absoluta. Sin embargo, con 12 años y capacidad de reacción cercana a cero, sólo se me ocurrió pedir perdón por lo evidente, y es que me había tragado el coche de delante por mirar mi estúpido mapa de Google. ¡Milagro! (no, Mili, tú no...) Vaya, cómo cambió todo. De mirada cabestra de afectado de Sintel, nuestro hombre-ya-sin-maletero pasó casi a mirarme con compasión. "No pasa nada, tío, esto le puede pasar a cualquiera. Además, es de renting, no pasa nada. ¿Tú estás bien? " Prueba superada. Yo no sabía si estaba bien o no... mejor dicho, seguro que mentalmente no estaba bien, jejeje. Pero me dirigí al segundo..., bueno, no, segundos: dos tíos, muchos gestos y ninguna palabra, es decir, de algún lugar de fuera de Iberia. Yo pedir perdón y ellos enseñarme contrato alquiler: ¡ser misma compañía! Jo, qué gracia les va a hacer, pensé. No iba mal la cosa, Alquiler 2 - Renting 1. Estos tampoco debían estar muy preocupados y, además, si me insultaban tampoco les iba a entender. Del tercer coche ya se había bajado una señora que me debió ver tal cara de susto que casi me pide perdón ella por estar por allí en medio. Fue un alivio verla, porque era para mí lo más parecido a una madre en esos momentos.

Decía en el post anterior que era el momento para que apareciera Gonzalo el masterman, el hombre IESE, el... Pero no, nuestro héroe ciudadano se escondía en el cuarto de los coches siniestrados. Era la personificación del I need a hero de Bonnye Tyler, un ciudadano como ud. o como vos, de la calle de al lado, que puede ser su vecino, el panadero, el frutero... el del accidente de al lado, o el de su accidente... ¡cualquiera! Pues bien, este buen hombre era lo que se dice un crack: el tío salió del coche y empezó a repartir instrucciones como nadie. "A ver, que de esto controlo, que he sido gruísta y sé lo que se hace en estos casos". ¡La leche!, ¡nuestro héroe!, ¡ahí estaba! "¡Todos al carril de la derecha! Yo paro el tráfico y uds. pasan los coches, en el mismo orden, al otro lado". Qué crack, el tío paró los 4 ó 5 carriles de la B-23 como si fuera de los Rangers de Ohio . Me metí en el coche, pero me daba pánico arrancar, a ver si eso explotaba: A ver a ver... perfecto, no pasa nada, ahora rápido a la derecha, y sin darle a nadie, jejeje. "El último, ¡usted!" Oh my godness, eso iba para por mí, el crack me hablaba... "Saque sus triángulos y ponga uno detrás de su coche. Y ¡todos!, apaguen todos los coches" Pero, claro, esto es como Spiderman o Superman: actúan rápido, con eficacia..., y desaparecen. Nuestro héroe no iba a ser menos: "A ver, yo casi no tengo nada, o sea que me piro. Que uno de uds. llame al 112 para que vengan los Mossos, y ya ellos hacen todo el papeleo y todo eso" Y se piró el tío. ¡Qué crack!

Pero se piró... lástima, con lo bien que había ido todo con él... Pero su labor había dado fruto, su ejemplo no había sido en balde: Gonzalo había superado los 12 años, incluso la edad del pavo, y estaba dispuesto a agarrar el toro por los cuernos. Así que llamé a la compañía de alquiler. "¿Cómo? ¿Qué si quiero otro coche?" Yo, que pensaba que me iban a leer mis derechos, y resulta que me dicen que me envían una grúa y otro coche... vaya, cómo mejoraba la cosa. Mis compañeros de infortunio también estaban mucho más relajados, así que empezamos a hacer un poco de vida social mientras venían los Mossos. La señora iba a una obra de teatro, y resulta que tenía un hermano que había hecho el IESE. Además, fíjate... y venga a darle al pico. El hombre-ya-sin-maletero me contó de su trabajo, etc. No se había hecho nada, pero "le dolía la rodilla" a ver si mañana no trabajaba. Y yo, pues muy a gusto ante la posibilidad de contar mi vida a dos víctimas indefensas y tan bien dispuestas... Bueno, y los guiris a su rollo, obsesionados con que alguien les certificara que ellos no eran culpables de los desperfectos de su coche.

Al rato (mucho rato, menos mal que ninguno nos habíamos hecho nada) aparecieron los Mossos, y ya empezó el papeleo. La verdad es que la llegada de los Mossos evitó males mayores: la señora y al hombre-ya-sin-maletero estaban ya a punto de ahorcarse (y casi no había ni empezado a contarles cosas). Y los guiris a lo suyo, querían su papel. Fueron todos muy amables. Incluso me denunciaron muy amablemente: "a ver cómo explico que se la han pegado 5 coches, si no digo que alguien ha hacho algo mal". Bueno, salí mejor parado que McLaren: 40 € y sin perder puntos; falta: distracción en la conducción, o algo así.

Según recibían aparte su parte del parte, cada parte se iba por donde había venido. Abrazos, lágrimas, buenos propósitos ("espero que llegues al teatro", "a ver si consigues no trabajar mañana", "enjoy your holiday") y me quede a solas con la patrulla. 15', 45', 1 hora 30'... y la grúa sin llegar. La verdad es que esta fue la parte desesperante. Eso sí: ¡qué bonito es el anochecer sobre la B-23! Del asfalto en el ángulo oscuro/de los Mossos tal vez olvidada/silenciosa y cubierta de coches... Es que la vena poética se me estaba hinchando de mala manera con esto de la grúa. Bien mirado, tenía de nuevo a tres seres humanos a los que soltarles mi rollo gratis; pero, sin ser maleducados en absoluto, estos no eran tan receptivos como mis buenos amigos a los que había jod...tropeado el coche.

Nada, que acabó llegando la grúa, que además traía el coche de recambio (jeje, otro C-4). El conductor tenía tantos colgantes (pendientes, piercings, etc.) como el conducido (ganchos, poleas, etc.), pero era muy muy simpático. "Oiga", le digo, "creo que hay un buen cacho de coche en la cuneta: el faro y alguna cosa más, por si hay que recogerlo". Respuesta contundente. "Pero, ¿tú has visto como está el coche? Al faro que le jodan" Jajajaja, gracias a Dios que todavía existe gente con sentido común. Si todos fueran como yo, aún estaríamos recogiendo clavos por allí.

Y allí nos separamos. Me ayudaron a cargar las maletas, cajas, trajes y bolsas en el coche nuevo, y nos despedimos. Recomendé a los Mossos que me tuvieran vigilado: he venido por 2 años, y fíjense la que monto antes de llegar. Menos mal que los tíos se reían.

Por supuesto que mi conducción posterior fue ultramegasupercuidadosa. Pero llegué. Algo más tarde de lo que habíamos quedado, pero llegué. Y creo haber llegado también al final de mi relato. ¡Vaya ladrillo! En fin, no creo que vuelva a hacer algo semejante, con lo que por una vez... Bueno, me imagino que el partido ha terminado, con lo que me voy a dormir pero ya. Buenas noches.

Sólo los más grandes

Sí, a algunos el destino nos ha hecho especiales, y nuestros caminos no están hechos para ser transitados por el resto de los mortales. Sólo así se explica mi entrada triunfal en Barcelona. Alberto, uno de mis ex-jefes, lo diría de otra manera: no apto para menores. Eso sí, a diferencia de la Operación T-4, esta vez no tengo ninguna gana de contar nada de lo que pasó ayer, y es que aún me tiemblan las piernas. Pero bueno, aprovechando este rato de soledad conmigo mismo, y suponiendo que yo también me reiré en breve de todo esto, pues lo cuento.

Pues bien, digamos que el viaje Madrid Barcelona fue casi un éxito. Por la mañana alquilé un coche, un Citroën C-3 para ser exactos (no había más que esa marca, que no me gusta nada, pero ajo y agua), pero como luego no tenían ese modelo en stock (para que veáis lo que ha avanzado mi lenguaje económico-financiero) me tuvieron que dar uno mejor, un C-4, lo cual me congratuló una barbaridad: si tenía un número más, seguro que corría más. El alquiler fue como una carrera de obstáculos, pero que fui superando fácilmente: la compañía que había elegido no me permitía dejar el coche en Barcelona, por lo que tuve que elegir otra; luego era necesario tener tarjeta de crédito en sentido estricto (es decir, no valía con una de débito), por lo que tuve que enhuertar a mi hermana y hacerla venir desde donde el viento da la vuelta para que me avalara con su tarjeta... en fin, que iba de triunfo en triunfo: minucias, peccata minuta. Finalmente conseguí el coche, y me fui a casa a cargarlo.

Antes de salir pasé personalmente por donde el viento da la vuelta para que mi hermana me diera unas cosas, y ahí tuvo lugar el primer percance. En su momento no lo valoré, pero realmente fue ya un aviso de lo que vendría después. Para salir de donde el viento da la vuelta, me dijo mi hermana que siguiera su coche hasta la última rotonda, y que en esa última rotonda cogiera el camino de la A-2 Madrid-Barcelona (en lugar de seguir siguiendo de seguido su coche). Así lo hice (tranqui Mili, eso lo hice bien), pero luego erré y en lugar de salir en dirección Barcelona me fui casi hasta Madrid. Otra vez minucias, pero esta vez deberían haberme puesto en guardia: el nivel de gafismo se salía de lo normal.

Del resto del viaje, hasta el Hecho, nada: normalidad absoluta. Comí a lo camionero, es decir, mientras conducía (nunca los había utilizado: ¡qué útiles son los porta-latas!); reposté a lo camionero; (...) a lo camionero; en fin, todo muy sencillo. La verdad es que el coche tiraba bastante, la música era buena y la compañía fantástica (yo mismo), con lo que todo pintaba muy bien. 374 Km. para Barcelona, 199, 75... ya casi estábamos. Es en estos momentos cuando el ingeniero que llevo dentro sale a la superficie: había quedado a merendar, y no pensaba llamar y decir "oye, he calculado mal, llego más tarde" No, iba a llegar. Mandé un mensaje a mi amigo diciendo, en tono triunfante, que en tres cuartos de hora estaría allí, vamos, que llegaba perfecto... jajajaja, fueron 45 minutos muy muy largos, y otro plan perfectamente trazado hecho trizas.

Fui eligiendo los caminos de entrada a Barcelona sin tener muy claro si iba bien o no, hasta que vi un letrero que decía "Av. Diagonal": había acertado. Fue entonces cuando saqué mis mapitas de google, para no perderme, porque no pensaba perderme... además, justo antes de la Diagonal el tráfico se espesó, con lo que podía estudiarlos de nuevo sin problemas... ¡BUM! Es curioso, fue todo muy rápido, pero recuerdo ver el capó plegarse como un acordeón, y comenzar a salir humo. Sin embargo, fue tan rápido que no pensé que fuera un tortazo muy tremendo. Eso sí, los trajes que estaban en la bandeja de atrás pasaron al asiento del copiloto, como diciendo "venga, ¡vístete!". Todo lo que estaba en dicho asiento ahora estaba tirado por el suelo (Mac inclusive), pero no me preocupó en absoluto. Sólo pensé algo así como "joder, la que acabo de liar", mientras abría la puerta. Perdonad el vulgarismo, pero creo que añade bastante realismo a la escena, y no es nada en comparación con los vulgarismos que llegaron a mis oídos una vez salí del coche: qué gente, qué poco sentido del humor... El dueño del coche de delante, un chico de mi edad más o menos, no parecía muy contento: no sé, tampoco tenía el maletero tan destrozado, y además su maletero no humeaba, y sin embargo mí capó sí, y mucho (de hecho, pensé que iba a estallar o algo así). Alcé la vista y, entre el humo, vi algo que me extrañó: no sólo este chico salía de su coche... los ocupantes de los tres o cuatro coches siguientes también se bajaban, y todos profiriendo vulgarismos similares a los del dueño del maletero siniestrado. "Ay, ay, ay, que esta va a ser muy gorda" fue lo que me vino a la cabeza. Para entonces, el ingeniero había desaparecido (qué cobarde, ahora que llegaba tarde, jejeje), y había dejado únicamente al Gonzalo de 12 años: sip, la verdad es que tenía unas ganas de llorar y de largarme corriendo in-cre-í-bles: "¡¡¡Mamaaaaaa!!!".

Pero no, era el momento de que apareciera el Gonzalo que iba a hacer el IESE, el masterman, el gran Gonzalo...

Bueno, vale, pero eso será después, porque: a) estoy hecho polvo, deprimido y no me apetece escribir más; y b) Gonzalo el pringao tiene que llevar el parte del tortazo de ayer a la compañía de alquiler (¿habrá más vulgarismos esperándome allí?) y deshacerse de estas gestiones cuanto antes. Por tanto, aquí lo dejo por ahora. Espero que

to be continued...

si encuentro fuerzas. Adeu.

PD: un refrán indio que viene al caso (de hecho me lo acabo de inventar), para que os lo apliquéis: reíros sin temor, y todo irá mejor.

more farewells... and how to be the best uncle (lesson I)

In my previous post I told you that on that sunday my niece celebrated her birthday. Well, now I'm going to tell you more things about it, things you should know if you want to be the best uncle around the world.

My little niece phoned me on monday. She was so kind: "tío, tomorrow I'm going to celebrate my birthday with a party at home. May you come?, please, please..." I told her I was leaving Madrid, so probably it was impossible for me to go, but if I finally delayed the journey, well, then... The impossible was to convince her: "please, you have to come, you must come, please, please...".

Of course, I couldn't go. I called Belén on tuesday afternoon, trying to imagine all kind of excuses and thinking about something which compesate her for my fault... To my surprise, she didn't look too much affected. "Hi, tío, how are you?" I was waiting for a very big telling-off, and... nothing. I asked her about the party and if they were having fun, and apologized for my absence... "Don't worry, tío! -I didn't expect that at all- we are a lot, so... it is not necessary you come -hahaha... I didn't believe it; but she kept on-. Last year I didn't know hardly anyone here, so it was great you came for my celebration, but today it's superdifferent, and I've many friends here now, so don't worry at all, you can travel if you have to". Ok, ok, ok... I've got it, lesson learnt, hahaha.

So... that's how my little niece (and goddaughter) is, hahaha. She is great, and has no problem in saying what she thinks. I like her way, she's adorable. But... her poor uncle is still trying to learn how to be a good uncle, hahaha... Definitely, I need more time. Belén, please, time out!

.. más despedidas

En fin, ya me imaginaba que serían así, pero bueno, han llegado y no queda otra que afrontarlas... las despedidas. Ayer de mis sobrinos madrileños (1/2 del total) Jorge y Belén. Precisamente hoy es el cumple de Belén (once años), que celebramos ayer convenientemente con una pequeña aventura urbana, ¿o no? Bueno, salir por ahí con Belén siempre es una aventura, pero es que casi todo salió al revés, jejeje. Eso sí, al final se compró el estuche que le gustaba, de O'Neill, con dos flores que (reconócelo) parecen huevos fritos... Y lo llenamos convenientemente: lápices, rotuladores, gomas, sacapuntas, tipex embarazado, etc. Aquí estamos los tres antes de la aventura (yo todavía tenía dinero):


La calidad de las fotos no es la fetén de la berza, pero al menos el móvil de Jorge nos salvó de no tener un último recuerdo de padrino y ahijada:


Bueno, y sólo queda repartir besos y esperar una visitilla por Barcelona. Un beso a todos...

So long, farewell, auf weidersehen, goodbye

Yes... today was my last day at the office... and was very sad, really...

I hate to go and leave this pretty sight, sings Marta in The Sound of Music, when she, with the other children, has to leave the party and go to sleep... Yes, I have to leave the office, but I'm not sad since I have to stop working... of course! (and I'm going to work a lot for sure to pass the MBA), but because the good people I leave in that party...

So long farewell, au revior, auf weidersehen... I remember this song intentionally: how many mornings have we heard it since I got that soundtrack? And Elisa sometimes preferred to stay working at home the first hours, not even my children play that music she said, hahaha, but Almudena, Yago and I liked it (Yago, is it true? I'm not sure about him...). I think David and Lei were already in China when we began with The Sound of Music, and our finn girl had been already promoted... But then it was even worse: I think we enjoyed almost the whole Walt Disney's catalogue! What an office, hahaha!!! It was my fault, I'm so sorry... but it was funny, or not? Private equity, investments in China and Walt Disney together...

I'd like to stay and taste my first champagne. Yes? [Captain] No... May be the role of the Captain correspond to Mr. Barreiros, hehehe... By the way, today while the farewell snack in my honor, the prosecution (the Captain) presented the court with very harsh accusations against me but without conclusive evidences, you know?. But the prosecution was really amusing, hahaha..., it was funny, and we don't need to listen the opinion of the people's jury... no? Yeeeees, it is better for the office do not pass other sentence, hehehe. Meanwhile, I would rather be the lord of my silences than the slave of my words, hahaha... wow, what a maxim!!!

So long farewell, auf weidersehen, adieu... And now Juan Pablo have to put the things in order, no? Hard work, man! At least it seems that Natalia will cooperate with you, but the rest... don't trust'em. Adieu, adieu, to you and you and you... But I prefer to keep still hidden some stories to the readers... There will be more posts in the future to tell the whole true, hahaha...

And yes, definitely I think I'll miss you, guys. Thank you for all... and I wait for your visits in Barcelona...

Conste que no es fácil cerrar este post. Por eso lo he escrito en inglés, porque así me agotaba antes. Y lo de las visitas va en serio ¿eh? Os espero por aquí arriba.

PS: ya me enterado que finalmente no me he cepillado la impresora a color, sino que era una palanquilla mal colocada. ¡Vaya descubrimiento, Sr. JL! No sabía yo de esos skills; fíjese, si lo de China no termina de chutar, siempre queda la posibilidad de montar un garito de reparación de impresoras a color, jejeje...

An incredible meeting

Unbelievable... yesterday it happened something incredible. I know Madrid is not one of the largest cities in the world but, even so, it's so big. Big enough to make impossible to find someone by chance; besides when that someone is going to study a MBA with you next two years in a new city, the coincidence is greater.

But... however, yesterday I run into Guillermo in Velázquez. I passed the whole afternoon working at home, so I decided taking a little walk in the evening, when the sun is down and the temperature is very pleasant, or at least bearable (yesterday was wonderful). I was just stood next to a piece of the street furniture with which we were given away by our former major Álvarez del Manzano (yes, the same who stupidly didn't let Björk to act at the Royal Theatre because she was no classic) when Guillermo saw me, and he came to say hello to me. He has just left the office. It was a nice surprise.

I met him first taking an IESE's exam in Madrid. He was sat behind me, and asked me for taking him home after the exam, because he hadn't brought a car. Sorry, not home... to his office!, although the exam finished so late. After this, we've phoned many times. It's not sure that Guillermo is going finally to start the MBA with us, because of some important problems he has to resolve. But, in spite of this, we were talking about the master, the classes, the classmates, etc. We ended up in La Pinanoteca, in the corner of Velázquez and Goya, drinking some beer... and finally almost having dinner.

Yes, it was a nice meeting...even more when we both are counting the remaining days to begin. I hope see him in Barcelona.

Operación T-4

En fin, he estado dándole muchas vueltas a la idea de escribir acerca de esto o no... Bueno, no tantas, jajajaja, la verdad es que me apetecía un montón. Prometo que sólo pondré las fotos en las que yo aparezca, y así nadie me podrá echar en cara nada. Todo ocurrió el pasado viernes. Y lo pasado, pues pasado está, ¿no?

Bueno, el asunto es muy sencillo. Un amigo os pide que vayáis al aeropuerto a recogerle de un viaje. ¿Nunca se os ha pasado por la cabeza montar un pequeño espectáculo en el aeropuerto, y hacerle pasar un rato... complicado? A mí también. Me pasa a menudo, y lo planeo con otros amigos, pero al final todo se queda en agua de borrajas... (de ahí debe venir lo de rajarse: borrajas...jarse... etc., bueno, en su acepción menos naturalista...).Pero esta vez todo fue diferente, porque el amigo-viajero celebraba al día siguiente su cumpleaños, su trigésimo quinto, exactamente. Eso lo cambiaba todo: merecía la pena hacer algo. Pero, ¿el qué?

1. Todos en pijama al aeropuerto
2. Todos vestidos de surferos hawaianos
3. Etc., etc., etc.

Ná, todo muy cutre. ¿Qué tal ser su guardia de seguridad? Chaqueta y corbata, gafas de sol, pinganillo, cara de mala leche... ¡Ahá! Eso sonaba mucho mejor, la verdad... Jajajaja, sip, mucho mejor. Algunos incluso se atrevieron con la gabardina, ¡en pleno agosto! Y eso no es todo: hubo quien no tenía gafas de sol, y se llevó las de nadar... jajajaja.

Sólo disfrazarse fue la risa. Durante la ida al aeropuerto preparamos el plan, sincronizando nuestros movimientos. Quién le saludaría, quién le llevaría el equipaje, cómo nos colocaríamos. Si se retrasaba le llamaría yo, ya que Nacho pensaba que sólo yo estaría allí. Y ojo con la poli y tal, que no está el horno pa'bollos últimamente en los aeropuertos

La verdad es que estuvo genial: hacía tiempo que no me reía tanto (por dentro, claro... por fuera cara de asco total). La verdad es que tuvo su rato de suspense, ya que el susodicho bicho tardó un buen rato en recolectar sus maletas, con lo que allí estuvimos, plantados en la gate 10, vestidos de esa guisa, y con más de cien personas que esperaban a sus seres queridos (o no) mirándonos con cara de estar flipadas: que si éramos de QDQ, que si venía algún famoso en el vuelo... A mí se me acercó una señora, con aliento a varios litros de cerveza y tetra-bricks de don Simón, para preguntarme que de dónde salíamos. Con el ciego que llevaba fue la única que se atrevió a acercarse a nosotros. La guardia civil merodeaba, salían, entraban, pero no nos decían nada (a Dios gracias). Así, como se ve en la siguiente foto, aguantamos estoicamente durante más de media hora:

Pero salió todo bien, es decir, ninguno acabó en el cuartelillo. Según cuenta Nacho, que apareció vestido con un polo azul celeste y un moreno más que conseguido, cuando salió sólo me vio a mí, y pensó algo así cómo "vaya pintas". Jajajaja, pero no le dio tiempo a más, porque en ese momento Cheles ya estaba encima saludándole: "¿Qué tal, señor? ¿Cómo ha ido el viaje?" José María le quitaba de las manos el carro de las maletas y los demás le escoltábamos siguiendo el orden previsto. "¿Pero por qué me hacéis esto?" Jajajaja.

No dejábamos que nadie se le acercara, claro. Nuestra jeta permanecía seria, impenetrable..., jajajaja, es más, creo que logré algunas de las mejores caras de asco que he puesto nunca. Y eso, camino de vuelta para el párking, escoltando adecuadamente al mochuelo, y con algún que otro extra incorporándose motu propio a la película (desde aquí nuestro agradecimiento, unido a nuestro silencio, jeje). Lógicamente, al llegar a la furgo, grandes risas: las que llevábamos conteniendo más de tres cuartos de hora.

Y nada más: esto es lo que se llama una tarde-noche de viernes bien aprovechada, que de seguro va a dar que hablar durante una temporada... Es de las típicas gestas que se convierten en míticas con el paso de los años. Bueno, me he pasado. Para míticos algunos de los que fueron.

Eso sí, que nadie se queje: sólo he puesto fotos en las que salgo per-so-nal-men-te... lo que pasa es que es normal que accidentalmente la cámara captara a más protagonistas, claro, pero que ellos salieran no era mi intención al subir las fotos al blog. So, no complaints!

Sí, así comienzan todos...

Sí, es verdad, así comienzan todos los capítulos de 24 horas. Y es que reconozco que le tengo cierta devoción a ese agente, que cada cierto tiempo se juega la vida en el, una vez más, día más largo de su vida:

My name is Jack Bauer... and this is the longest day in my life.

Bueno, tampoco es tan raro: es como los partidos de fútbol, o las bodas... cada cierto número de días, tenemos el partido del siglo, la boda del año, etc.

En fin, a lo que iba: aunque en mi caso no va a ser un día, sino un par de años, también van a ser largos... quizá los más largos de mi vida, aunque también probablemente los mejores. Y es que en pocos días comienzo el programa MBA full time en el IESE, en Barcelona, y me lo estoy tomando un poco en plan misión Bauer. Así, para empezar, llevo ya un tiempo con el mismo tono en el móvil que se utiliza en la UAT (CTU en realidad), para acostumbrarme: ti-ti ti-tiiiii
(nada que ver con Henry, ¿eh?). Pues bien, como he visto hacer ya a otros classmates, me he decidido a iniciar este blog, ya que me parece una buena manera de contar cosas a la familia, amigos, etc., a todos los que se quedan en Madrid, y a los que están en otros sitios. No sé si luego seré capaz de actualizarlo, vamos, si tendré tiempo para hacerlo, pero la idea es intentarlo, incluso con alguna fotito divertida, etc. Eso sí, como coja carrerilla... creo que no va a haber quien se trague el rollo que voy a soltar (como por ejemplo este).

Por eso, creo que merece la pena parar ya, ¿no? Como introducción me parece más que suficiente, sobre todo teniendo en cuenta que hasta que no vea si esto del blog marcha, no le voy a decir a nadie de su existencia... vamos, que durante una temporadita sólo me voy a leer yo... Entonces, sólo me queda despedirme: hasta luego, Gonzalo