Saturday, January 26, 2008

Treinta años... ya son años

...cecina con flor de queso idiazábal, tortilla de patatas con salmón, pimiento del pikillo rojo relleno de atún y vinagreta de pimientos, hamburguesita con cebolla, txampiñón relleno de foie y queso gratinado, y por último queso brie con mermelada de tomate y olivada.

Ya con esto uno se hace una idea de la cena que nos pegamos el jueves por la noche para celebrar mi trigésimo cumpleaños... y sólo os he dejado los montaditos, o sea, los aperitivillos, jajaja.

Pues sí, es cierto, todo llega en esta vida, y a la mía le ha llegado la treintena. Paso, eso sí, de ponerme a reflexionar al respecto, porque además de aburriros si lo hago, es probable que me deprima, jeje. Si alguien quiere que reflexione, que se atreva a proponérmelo en persona, con tiempo por delante, y verá lo que es verborrea integral. Pero ahora mismo digamos que, como siempre, estoy pillao de tiempo.

Pero la cena hay que contarla: memorable. Personalmente me lo pasé en grande. Fuimos casi cuarenta de clase a un restaurante vasco que está cerca de mi casa, en pleno Eixample, y que además casualmente resultó estar 5 portales más abajo que el garito elegido para el BOW de esta semana, con lo cual el trasvase fue muy sencillo: salir de un sitio para meterse en otro. No sé qué tendrá Víctor que ver en esa gestión, pero el hecho fue que salió redondo.

De la cena+BOW no hay casi fotos, ya que el muy [censured] de mí mismo me olvidé la cámara en casa... ¡hay que ser idiota! Y Cris, que habitualmente saca unas 200.000 fotos por evento... pues esa noche justo no tenía batería. Bueno, al menos gracias a eso al menos esta semana no colapsará Facebook... Pero hay grabaciones de vídeo-móvil, eso sí, y es que ¡menudo peligro que tienen! Ya ni brindar puede uno sin que te registren el momento para la posteridad, y además el típico brindis emotivo y lacrimógeno. La sorpresa de la noche la protagonizaron Antonio y Santi, que lograron llegar, aunque fuera casi al postre, directamente desde el Prat. Los valientes habían tenido entrevista esa tarde en Madrid, pero hicieron el esfuerzo y se vinieron a la cena, y la verdad es que me hizo mucha ilusión. Lógicamente había que responder y decidí que había que brindar con cava antes de acabar. Pero me habían reservado otra sorpresa: tres fantásticos regalos; una camisa, un jersey y un tarjetón gigante firmado por todos, todo muy bonito y... la verdad, la ropa con un estilillo bastante más madrileño que otra cosa, pese a los presuntos responsables, jejeje. Una pasada. Y nada, otro brindis, un chiste...

... y pa'l BOW los que podían, que no eran todos (había más entrevistas el viernes y todo eso). Bueno, antes, con la inestimable ayuda de Gaby, recogimos las distintas contribuciones y redactamos los estados financieros de la cena, que sorprendentemente cuadraron bastante bien... ¡lo que tiene hacer un MBA! Ya en la calle unos tomaron una dirección, a la piltra, y otros otra, a la pinta... o lo que se terciara. Hay quien, como todos los jueves, se acostó muy muy tarde. Yo no demasiado, habida cuenta del ritmo de trabajo nocturno que llevaba esa semana, pero aun así el viernes... se hizo durillo.

Y esto es en resumidas cuentas la historia de ese jueves. ¡La leche! Mejor rato no podía pasar. Esta gente del IESE es, en dos palabras, impre-sionante.

Monday, January 14, 2008

Ego, ego-ismo, ego-latra, ego-centrico...

Típico post estúpido para un momento estúpido; no, en serio, sólo quiero que veáis la primera vez que aparezco en una foto "oficial" del IESE... ya sé que es muy tonto pero me hace ilusión. Lo único malo de la foto es que está absolutamente preparada. Nos la hicieron uno de los días delCareer Forum, al salir del edificio Q. Íbamos Loren, Dot y yo tranquilamente hablando cuando vi al fotógrafo a tiro, y mi instinto sobreactuador se disparó... El resto es sencillo: ¿nos hace una foto? Venga, vale, poneos ahí como si estuvierais charlando. Ya se ve, supernatural: Dot enseñándonos no se qué libro. En fin, at the end of the day lo único que cuenta es que la táctica funcionó, y aquí estamos recién publicados (aunque sólo sea en la cabecera de un emilio, y la foto aparezca minúscula... pero seguro que Tom Cruise empezó por ahí...:-). Jo, si es que se me hace feliz con tan poca cosa...

Monday, January 7, 2008

Unos días en Madrid, y algo de imaginación

Aquí estamos, tras una larga ausencia, de nuevo en Madrid. ¡Qué suerte tengo, he llegado justo para las REBAJAS! Hoy he sentido algo único, porque realmente he estado en el Corte Inglés de Goya, en un primer día de rebajas... ¡y sólo he comprado calcetos de deporte! Sí, sí, de los blancos cutres. Diréis: hay que ser tonto para meterse ahí para comprar sólo eso. Sip, es cierto, pero... es que iba a comprar más cosas, de verdad, pero no había. Es divertido pasear entre la masa enfervorizada y atiborrada de bolsas, llevando sólo calcetines de deporte, jejeje. He buscado también calcetines para el ipod, ya que parece que todo lo que se ha regalado estas Navidades tenía algo que ver con ese cacharro... pero no, Steve no ha sacado aún calcetines.

Y por la noche me he ido a visitar a mis amigos de San Tobay... perdón, de la calle Gurtubay. A ver si más adelante puedo comentar algunas impresiones al respecto... ahora están demasiado frescas, jejeje. Jo, sigue todo tal y como lo dejé. Bueno, casi todo. En fin, todo igual de provisional, como a mí me gusta...

Y, antes de despedirme por ahora, una novedad. Tampoco es que quiera pegar vídeos muy a menudo, pero es que éste, vídeo y canción, me parecen geniales. ¡Cómo hacer cosas buenas con dos duros, señores! Os dejo con Ok Go y su canción Here It Goes Again:

Thursday, January 3, 2008

Nieve en Masella

¡Vaya Navidades que me estoy pegando! Si en el anterior post contaba cosas del mar, ahora toca la montaña. En concreto ayer nos fuimos siete amigos a esquiar a la estación de Masella, en el pirineo catalán. Con este ritmo de descanso forzado estoy consiguiendo de verdad olvidar el trepidente primer trimestre del IESE... pero ¡ojo!, que ya se acerca el segundo, jajaja.

Amaneció un día impresionante de sol. MeteoCat amenazaba con que a mediodía la situación variaría considerablemente. ¡A ver qué pasaba! Para empezar, levantada a las 6:00 (¡qué curioso, la hora a la que más o menos me había acostado el día anterior!), para llegar prontito a las pistas y aprovechar bien el día. Salí de casa con los bolsillos bien cargados de cacahuetes, mandarinas y todo tipo de caramelos. Una vez en la estación, los que teníamos que alquilar material, como Joan y yo, nos fuimos a la tienda de turno.
Una vez pertrechados, nos fuimos para arriba. ¡Vaya sol! ¡Qué pasada! Sin embargo, en la primera bajada, ¡qué digo!, a los 100 metros de salir, tuvo lugar el primer accidente del día (y único de entidad): Kiko tuvo que esquivar a la típica cadena de paquetes (como yo) y se dio un buen golpe contra el suelo. Resultado: luxación del hombro. Nono le acompañó, una vez le dejaron en la camilla, al dispensario a que le pusieran el hombro en su sitio al pobre. ¡Vaya manera de empezar! En fin, el resto poco más podíamos hacer, así que continuamos la bajada. El accidente explica que en la primera foto de equipo sólo aparezcamos cuatro (otro Joan hacía la foto). De izquierda a derecha, un servidor, Joan, Pablo e Íñigo. ¡Tanto Joan es un fastidio, jajaja!Gracias a Dios, MeteoCat (el Servei Meteorològic de Catalunya) se equivocó, con lo que la tormenta se esperó a que terminásemos de esquiar, sobre las 5 de la tarde. Por tanto, salvo en lo que se refiere al tortazo, fue un día brillante. Aquí, Pablo y yo durante un break recuperador.Esta otra con Joan, subiendo en uno de los telesillas.Y por último, para que no se espante, el menda lerenda. En resumidas cuentas, un día formidable y, de seguro, otro buen puñado de neuronas regeneradas de cara a lo que se nos viene encima en breve.

Tuesday, January 1, 2008

Me llamo Dalí..., Salvador Dalí

¿Qué diríais de una persona que, para decorar su piscina, eligiera unos grandes labios rosas, y unos luminosos anunciando neumáticos Pirelli? Pues bien, ese sujeto existe, y se llama Dalí. De hecho, en la siguiente foto me podéis ver sentado en un "banco" junto a la piscina de su casita de Port Lligat.
Y con eso y todo, probablemente esto sea lo más normal dentro del mundo Dalí. Bueno, no, esto no es completamente cierto. La realidad es que si bien su obra se rige por el surrealismo absoluto o, por decirlo más llanamente, por el mundo de los sueños (o, más llanamente aún, por lo raro), su vida diaria está plagada de buen gusto y refinamiento. Lo pude comprobar personalmente hace unos días, ya que me fui con unos amigos de excursión y pude visitar estas dos realidades del artista: por un lado su localidad natal, Figueres, para ver un museo sobre su obra, en cuyo montaje tuvo buena parte el mismo Dalí (de hecho murió en un apartamento anejo a las mismas instalaciones del museo); y por otro lado su propiedad en Port Lligat, donde residía durante seis meses al año (pasaba otros tres en París y los tres restantes en Nueva York), junto a Cadaqués, convertida hoy día en algo así como un museo de su intimidad.

Del museo no tengo mucho que decir: era un genio, sí, pero jugaba con los extremos y me parece que a veces se pasó: ¡vaya rayadas! El colmo, más allá del Cadillac en el que llueve por dentro, o sus cuadros repletos de muletas, relojes de bacon y cuerpos con cajones, o la omnipresencia de Gala, fue una estancia con el techo decorado por un fresco del pintor de afilados bigotes imitando el que ocupa majestuosamente la Iglesia del Gesù en Roma: ¡de verdad que este tipo está como un cencerro! Tendríais que verlo... La verdad es que ahí me reí con ganas. Para ser justo, hay que decir que algunos de sus cuadros son realmente preciosos, pero también es cierto que mi sensación al pasear por algunas salas era a veces cercana a la náusea. En fin, un genio con todos sus contrastes.

Pero su casita de Port Lligat... eso es harina de otro costal. La casa está formada por un conjunto de casas de pescadores que el tío compró en distintos momentos, a la orilla de una bahía casi completamente cerrada y que más parece un pequeño lago, un lugar lleno de luz y con vistas magníficas. La siguiente foto, en la que aparecemos Alex y yo, la sacamos en un mirador en lo alto de la propiedad (no esperéis apreciar en ella las susodichas vistas... la pda no da para tanto).
El interior de la casa es laberíntico, pero está decorado con muy buen gusto. Algo así como una mezcla de rústico y sibaritismo difícil de expresar: para recibirte, ¿qué mejor que un oso polar disecado para dejar bastones y paraguas? Y para que Gala pudiera charlar con sus amiguitas, ¿por qué no una pequeña sala abovedada, circundada por un sofá corrido muy bajo de estilo oriental, y dotada de una sonoridad realmente increíble? Todo así. ¿Quieres ver el reflejo del sol en el mar desde la cama? Pues nada, pon un espejo que refleje la ventana que se encuentra en el dormitorio, pero tres niveles más abajo... La verdad es que me encantó. De vez en cuando un huevo gigante aparecía en el sitio más insospechado, pero no dejaba de tener gracia. Bueno, hasta la piscina... ahí se le fue la pinza del todo. En vez de pitufos o gnomos en plan Michael Jackson en Neverland, Dalí se encontraba más a gusto nadando junto a rechonchas figuritas de Michelín, serpientes de trapo e incluso cabinas de teléfono (sí, de las antiguas de Telefónica).

Por último, el pueblecito junto al que se encuentra Port Lligat, Cadaqués, me pareció precioso. No me bañé en el mar de milagro, porque el día era formidable y se estaba muy a gusto comiendo en la playa. Aquí, en una terracita junto a la orilla, Joan 1, Joan 2 y yo.
Aquí, pensando si ponerme el bañador y hacer la locura de irme al agua o no:
Y aquí, otra vez en la terracita una vez pasado el (breve) ataque de locura: