
Las tácticas iban desde el "ven que te comento...", hasta el "oye que sabes de fulanito", pasando por el más agresivo "decreto-ley" del CEO. Esta última estrategia, menos dialogante que las otras, supusimos que era la adecuada para momentos desesperados, es decir, el último recurso al que agarrarse en caso de no convencerlos a tiempo. Sin embargo, cuando intentamos hacer uso de ella (porque efectivamente se nos agotaba el tiempo) vimos que, bien sea por un fallo en el software, en Matrix o por lo que fuera, el CEO se lo hacía en los pantalones y no mandaba el dichoso decretazo (también bastante real). Por tanto, no lo conseguimos, pero nos quedamos muy muy arriba, como se ve en la foto que le saqué a la pantalla.
Por otro lado la experiencia de hacerlo en equipo fue muy muy gratificante. Conseguimos que un rato que se presumía algo pesado fuera bastante divertido, y además nos dio para conocer mejor los miedos y las fobias de cada cual... Los obsesos de Internet, los que padecen mousefobia, los adictos a hacer lobby... En fin, como se ve en la foto había un poco de todo en este selecto cocktail.
2 comments:
:)
Ahora ya entiendo lo de la fractila... porque acabo de pasar por ella... sin duda, es un buen nombre de grupo de música MBA
un abrazo
Carlos Estévez
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