Tuesday, September 2, 2008

El evento del verano...

No todo en la vida es el IESE. Me acaba de llegar vía email una foto con la que enseguida me he emocionado... Sé perfectamente que con este inciso interrumpo una sucesiva sucesión de entradas con muchos quilates de especulación filosófica (aunque para entradas con quilates, algunas de la foto no estan mal, jejeje, nada mal), pero me parece que merece la pena este breve receso.

Se trata de una instantánea tomada durante la cena-celebración aneja (atachada, en lenguaje actual) a la boda de Matías y Teresa. La boda tuvo lugar un Sábado -lógico, ya que era con una Sádaba- a principios de Agosto, pero hasta ahora no había recibido ningún testimonio pictórico del evento. En la foto aparece Matías saludándonos a Mariano y a mí durante la típica ronda intermesas.La verdad es que me lo pasé en grande. La ceremonia fue muy bonita, en S. Fermín de los Navarrensis, si bien como a los caballeros no nos daban abanico lo cierto es que se me destiñó hasta la corbata... pero bien. Ahí ya empecé a comprobar que el ambiente iba a ser esencialmente ólmico, lo cual era muy ilusionante: Mariano, Manadix, Ángel, Alberto, Jaime, JGB, Eduardo, Guerrero, Iza, Utxa, Marzo, Álvaro... con o sin respectivas. Ok, ok, vale: es cierto que algunos no son ólmicos en sentido estricto, pero en realidad lo son, y ellos lo saben.

Bien, bien. La ceremonia, oficiada por D. Ful (¡qué fuerte!, todo se quedaba en clase), fenomenal. Acto seguido, al Palacio de Aldovea, que queda más o menos donde McCain le dijo a Obama ¡te quiero! por vez primera... ahí por Torrejoz de Ardoz (de Estómago). Era un guiño a algunos de los presentes (los últimos de la lista anterior...). Bueno, a todo esto hasta ultimísima hora no sabía si yo iba a tener sitio en la cena, porque claro, uno confirma el día antes y lógicamente pasan estas cosas. De hecho, iba con la idea de que no iría a la cena... peroooo... el azar es capricornio, y yo acuario, y al final sí tuve sitio.

La cena fue agradabilísima. Si tuviera que elegir mi cielo, pediría algo parecido... Y no fueron los manjares (realmente exquisitos), ni la bebida (fantástica), ni el clima (delicioso)... sino que fue... sencillamente la compañía. Perfecta. Fijaos: un grupo de ocho personas pidiéndome que hable: ¡habla! Cuenta más cosas, por favor... Maravilloso, son las palabras que más feliz me hacen. No sé si están locos de atar, o si resulta que padecen una sordera galopante... no sé, pero para mí fue increíble. Hablé... como si no lo hubiera hecho nunca antes, ni fuera a poder hacerlo después. Y me pedían más los tíos... Ya digo, ¡el cielo! Yo intentaba hacerles hablar a ellos... cada cierto tiempo... Cada hora, más o menos, lo intentaba... un poquito... un poquitín al menos... vamos, que ellos quizá no se dieran cuenta, jejeje, pero es que ya me daba vergüenza; pero no, querían más. ¡Qué gente más buena! ¡Qué bien disimulaban! ¡Lo que pude disfrutar! Desde aquí todo mi agradecimiento: no sé si mi cielo será así, pero desde luego puedo asegurar que ellos se ganaron el suyo.

Cuando ya me sacié hasta el hartazgo del uso de la palabra, comenzó la típico y deliciosa conversación ólmica, en la cual rajas a muerte, pero con estilo. Si fuera por Mariano, Ángel, Eduardo, Alberto y yo, quizá hubiéramos teñido los manteles de sangre, pero ahí estaban las señoras de Fernández, Alonso, Manada y Casado (señora de Casado, jejejeje, que no de soltero...) para poner paz, y de paso para pedirme que diera más detalles sobre cualquier tontería del IESE que hubiera contado antes. Y ná, vuelta a empezar mi festín verborreico particular...

Bueno, fue una noche memorable, digna de tan importante evento... Sólo una sombra digna de reseñarse: no pudo estar López Monje (LMmale, ya que sí estuvo LMfemale)... y mucho le echamos de menos... Pero nos resarciremos... en diciembre, ¿no?

1 comment:

Nash said...

Pues claro que sí hombre, en diciembre llega el risarcimento.